A menudo, en nuestro diario vivir, nos cuestionamos si somos realmente libres, y ¿lo somos?.
Con el pasar de los años, me he ido preguntando si las cosas que hago, el comportamiento que presento en una situación determinada o mis decisiones en distintos ámbitos son realmente un acto de libertad, pero, con mi experiencia, me he dado cuenta, que no siempre puedo decir, elegir o reaccionar como quiero, ya que mis conductas o comportamientos dependen continuamente de lo que esta ocurriendo en el entorno en el cual me desenvuelvo, por lo cual he llegado a la conclusión de que realmente no soy libre, sino que dependo del medio en el cual me encuentro, y que mis respuestas, por lo tanto, están condicionadas por el.
De esta manera esta funcionando nuestro mundo, nos enfrentamos a distintas situaciones que creemos que nos ayudan a verificar nuestro ¨sentimiento de libertad¨, pero no es así, y tal como lo sugiere Skinner con su postura determinista, el ser humanos esta ¨determinado¨ en un cierto camino por diferentes causas que llevan a determinadas consecuencias, es decir, toda actividad de los seres humanos, incluyendo el pensamiento, es causada por acontecimientos precedentes, y no por nuestra propia voluntad.
La mayoría de las situaciones cotidianas nos refuerzan nuestro actuar libre, sin embargo, nos hacen actuar en base a determinados aspectos, y muchas veces no nos damos cuenta de que estamos siendo controlados.
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